Universidad fortalece su sostenibilidad financiera en más de 5%

Contexto

En una industria altamente competitiva, como lo es la educación superior, se han presentado dos importantes desafíos en los últimos años: la sustentabilidad financiera de las universidades adscritas a la gratuidad y la actualización de los criterios del sistema nacional de acreditación de la CNA (Consejo Nacional de Acreditación), que entró en vigencia durante el año 2023.

Bajo este contexto, la universidad recurre a Vinson para analizar la sostenibilidad de la universidad de cara a los nuevos escenarios que se aproximan para el sistema de educación superior. En el planteamiento, se deben evaluar las distintas decisiones estratégicas que se pueden accionar a nivel institución y cómo estas impactan en su futuro. Además, se analiza la proyección de su posición financiera bajo distintos escenarios, considerando cuatro principales palancas a mover, de forma optimizada a cada caso, para lograr una sostenibilidad financiera estable en el corto y mediano plazo.

Solución

Para hacer frente a los nuevos desafíos, se realiza un alineamiento estratégico en los siguientes tres puntos:

  • Definición del modelo de universidad (dónde jugar y dónde no)

  • Alineamiento sobre el rol del controlador en la institución

  • Robustecer el accountability en la administración a través de mayor entendimiento de los resultados financieros

Luego, se establecen cuáles son las variables más relevantes para definir el modelo de universidad y cómo impactan a su situación financiera.

En base al alineamiento estratégico y considerando distintos posibles escenarios, se construye un modelo en base a las cuatro principales variables que, al ajustarlas, lograrían mejorar los resultados financieros en cada caso. Las palancas determinadas son las siguientes:

  • Gestión de la oferta académica

  • Retención de estudiantes

  • Proporción de estudiantes con gratuidad

  • Grado de complejidad por carrera

Resultados

En base al diagnóstico realizado (interno y externo) y el trabajo en conjunto con los miembros de la institución académica, se logra un lineamiento común respecto a definiciones estratégicas para los próximos años.

Además, se recomiendan diversos escenarios para garantizar la sostenibilidad financiera de la universidad en el corto plazo, definiendo una proyección base y mejorada hasta el año 2030. Por otra parte, se recomienda desarrollar un plan de infraestructura a largo plazo, para habilitar el crecimiento proyectado y el desarrollo del plan estratégico vigente.

El impacto de la propuesta se traduce en un resultado promedio superior al 5% en términos de margen/ingresos, dentro del periodo evaluado, lo que representa una mejora considerable respecto a la situación actual.

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